He
atravesado el puente entre dos mundos paralelos, siguiendo el
indeleble rastro de tu aroma. Escapando de un mundo donde el tiempo
va en retroceso. Involución de almas sobre verdades vagabundas. Un
mundo donde las mismas bestias le temen a la insaciable sed de hambre
del hombre. Genomas humanos corroídos por la grasa del capitalismo.
Una atmósfera pestilente donde sólo se respira estiércol, pero
ella me ha mostrado el camino. Estoy cansado de vivir en un mundo de
bestias bípedas. Bestias sin una visión de futuro. Animales que
vagan errantes bajo la inclemente incandescencia de siete soles. He
pisado la sangre derramada. He visto huesos dispersos por doquier.
Se ha perdido la conciencia que regía las almas. Ahora sólo son
animales perdidos. Manadas sin rumbo. Una sociedad perdida que huye.
No quiere ser víctima del Flat-Line. ¿Dónde están
los dioses? ¿Dónde los demonios? ¿Es éste el cielo o el infierno?
Maldito hedor de los cuerpos putrefactos que se consumen en la morgue
del tiempo. Ya estoy al otro lado y no pienso regresar. Tal vez sea
considerado como una bestia más. Empero ella me guiará a través
del camino hacia los tres soles, donde la involución de mi antigua
tierra sea sólo un vago recuerdo marcado en mi piel. He aquí mis
nuevos horizontes, los vestigios de sangre y violencia han sido
borrados. Desde la cima de mi nueva vida puedo ver ese mundo en
decadencia. Un mundo que se consume a sí mismo, condenado a
desaparecer para siempre, pero ya nada de esto importa. Ella está
junto a mí.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
martes, 11 de diciembre de 2012
MUNDOS PARALELOS
Me
he refugiado en lo profundo de un universo paralelo. Viajando entre
los límites de dos mundos. No puedo hacer nada más para salvarme.
Sólo me resta traspasar para siempre esa demarcación que los
separa. Mi mundo está podrido. La degeneración es demasiada.
Maldita involución humana. Si viviera Darwin se moriría otra vez.
Una mente brillante como la suya entraría en crisis. Imposible ser
coherente en este estado alterado de conciencia. Me asfixio. Me ahogo
en mi propia bilis. Este “estado de las cosas” mata la
sensibilidad en los humanos. Aunque casi no quedan humanos. La raza
ha involucionado. Los animales rehúyen la mirada. Somos tan fieros
los humanos. He visto demasiados niños despedazados en las garras de
sus padres. Tantas mujeres desmenuzadas por las zarpas de otras
mujeres. Mujeres luchando por el macho. Lo he visto a la inversa.
Hombres territoriales marcando a su hembra con las garras. La muerte
asomando en lo profundo de sus ojos animales. No resisten la fuerza
en los ojos de sus presas. Tienen que darle muerte. La sangre corre
lentamente por las venas, vidas coaguladas, momentos de inteligencia,
apenas unos destellos en el hipotálamo demasiado embrutecido para
entenderlo. Duele cruzar el umbral. Dejar atrás todo lo que se ha
conocido. Abandonar mis preciadas notas. Gotas concentradas de mi
alma. La llave que abre este portal. Mi regalo a ese mundo
despiadado. Algo increíblemente simbólico. Tan parecido a eso de
tirar perlas a los cerdos. Adiós mundo. Ahora es que empiezo a
despertarme por dentro.
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